Blog

"Escucha Hermano, Hermana"

03.06.2013 21:46

/album/fotogaleria-escucha-hermano-hermana25/estrella-jc-jpg19/

Etiqueta 49

Cuando ya contestamos con honestidad y reflexionando sobre lo que se nos pregunto anteriormente, entremos a la siguiente reflexión cuando Jesús nos dice:
“¿A que cosa puedo comparar el Reino de Dios?
Es semejante a la levadura que toma una mujer y la mezcla con tres medidas de harina, hasta que todo fermenta”
Lucas. 13: 20-21
Como podemos darnos cuenta con el discernimiento espiritual y no con la lógica humana, es decir: lo que viene del Espíritu Santo Intérprete de la Mente de la Sabiduría de Dios y no del razonamiento de la mente tradicional de hombre; esta parábola nos está diciendo, que el hombre no debe caer en la equivocación de situar a alguna de las personalidades de su ser en una posición que no le corresponde y que no esté de acuerdo al orden que Dios establece en su Palabra en El Nuevo Testamento, es decir, posiciones que lo conducen sin siquiera darse cuenta a los extremos, en los que, en lugar de ubicarse en el orden que Dios quiere en su ser, lo llevan inexorablemente a confundirse y a pensar en que, como ser humano hecho a imagen y semejanza de Dios, tiene el pleno derecho a determinar libremente el orden y la forma en que quiere conducirse en su vida como la voluntad de Dios.
Esto quiere decir que el hombre siempre está expuesto a caer en situaciones extremas que le hagan pensar y sentir, por un lado, que él es el que tiene el control total de su vida y que Dios está para sostenerlo.
Por otro lado, el hombre cae en la creencia de que su verdadero poder se encuentra en su capacidad mental para analizar, proyectar, definir, accionar y controlar cualquier situación por muy difícil que se presente, y que además ese poder mental puede transportarlo a niveles de conciencia superiores que le harán conocer los grandes enigmas de la vida y poder transformar, con esos conocimientos de sabiduría humana ocultos a la inmensa mayoría de los seres humanos, su vida y la vida de los demás, en los que se ofrece cubrir todas sus necesidades materiales, físicas y emocionales únicamente confiando en su poder mental.
Y en otra de las situaciones extremas en que el hombre coloca a la última de sus personalidades que conforman su ser, se encuentra la condición espiritual en forma no apropiada según El Nuevo Testamento, ya que pretende utilizar esta condición espiritual, para hacerle sentir y hacer creer a infinidad de personas, que sus conocimientos ocultos, combinándolos con una que otra cita bíblica o con imágenes religiosas acomodadas según su conveniencia materialista, serán el remedio para todas sus necesidades materiales, físicas y emocionales como por arte de magia.
Conociendo todo lo anterior, todos los que nos decimos cristianos, deberemos de ser muy cuidadosos para no permitir ser conducidos a ningún extremo a los que nuestras personalidades nos atraen, sino a estar muy atentos para conocer el orden y propósito de Dios en nosotros según la Palabra de Jesús en el Nuevo Testamento.
Sabemos que Dios nos dio un cuerpo con un propósito, un alma con un propósito, y un espíritu con un propósito, un propósito según su voluntad, que el hombre a cambiado para hacer su propia voluntad según sus propósitos mundanos.
Después de ver y analizar lo anterior, retomemos la parábola de la levadura que Jesús nos transmitió, y discernámosla con la guía del Espíritu Santo Intérprete.
"¿A que cosa puedo comparar el Reino de Dios?: es semejante a la levadura que toma una mujer
La levadura puede ser la fe que dios puso en cada ser humano, puesto que la fe es un Don de Dios, para que nadie se gloríe, y la mujer: el Espíritu Santo que la toma.
"y la mezcla con tres medidas de harina,
¿fe en el yo espíritu la primera medida? ¿fe en el yo alma la segunda medida? ¿y fe en el yo cuerpo la tercera medida?
"hasta que todo fermenta".
Hasta que todo crezca y se desarrolle en el hombre en la misma proporción de fe de acuerdo al estudio, reflexión y meditación de la Palabra de Jesús, para que el hombre sea llevado a integrarse completamente y sin reservas al orden y propósito de Dios según su santísima voluntad.
Si este discernimiento espiritual nos parece correcto, entonces estaremos de acuerdo también en que las posiciones actuales de las personalidades de nuestro ser descritas anteriormente, no pueden ser correctas de acuerdo a la Palabra de Dios, por lo que si nos identificamos con alguna o algunas de ellas, cerremos la puerta en el alma a la mente de nuestra potencia intelectual, y sujetémosla a la Mente Espiritual de Dios para descubrir el orden correcto en que El desea disponer a las tres personalidades de nuestro Ser, es decir:
1o., Espíritu, Aliento de Vida.
2o., Alma, Soplo y Mente de Dios
3o., Cuerpo. Materia en Obediencia en Dios.
Todas ellas sin excepción, en la misma proporción de la fe que Dios nos dio para que alcancemos la gracia, a través de Cristo Nuestro Señor, de ser llamados hijos obedientes de Dios y así logremos activar y sintonizar la frecuencia Divina que nos permitirá introducirnos de lleno a la Esfera del Poder de Dios, es decir, al recinto espiritual de su Santísima Trinidad para que así cumplamos de una vez y para siempre con el orden y el propósito de Dios.

 

"Escucha Hermano, Hermana"

03.06.2013 21:49

/album/fotogaleria-escucha-hermano-hermana8/estrella-jc-jpg20/

Etiqueta 50

Resumiendo lo anterior, y después de estar unidos y unánimes en ese discernimiento, encontraremos que el orden que deben de guardar nuestras tres personalidades en nuestro ser, quedaría así:
4.- Ser Humano Espiritual: Misma proporción de fe en el espíritu, alma y cuerpo para estar en unanimidad en la fe de Dios a través de Nuestro Señor Jesucristo.
/album/fotogaleria-escucha-hermano-hermana8/fe-unificada-jpg/
 
Esta sería la conformación perfecta de las tres personalidades del ser humano en su condición espiritual positiva que Dios nos manifiesta en su Palabra contenida en el Nuevo Testamento, lo que nos enseña, que deberemos tener siempre presente, que la única manera de entrar, permanecer y circular libremente en su Reino y en este mundo, es que le demos la misma importancia a cada una de las tres personalidades de nuestro ser en el orden correcto, es decir: espíritu, alma, y cuerpo, para que nuestro espíritu sea cautivado por el Espíritu de Jesús, y empecemos a recibir de Dios Padre todos los tesoros espirituales que como herencia, El tiene para nosotros, sus hijos, identificados en Jesucristo Nuestro Señor.
Esperemos que todo lo que hemos visto hasta este punto, nos esté sirviendo a todos para ir discerniendo en debida forma las reflexiones aquí expuestas, y, de esta manera, empecemos a abrir con verdadera fe la puerta del conocimiento de Dios a través de la esencia espiritual de la Palabra de Jesús en el Nuevo Testamento.
Recordemos nuevamente lo que discernimos del cuerpo, del alma y del espíritu para reconocer el orden correcto que estas tres personalidades del ser deben de guardar entre sí, para que así, nos ubiquemos en lo que a continuación veremos.
Decíamos que todo el conocimiento y toda la sabiduría de los que actualmente goza la humanidad es encontrada en el mundo o esfera o dimensión espiritual, y que la única parte de nuestro Ser que tiene acceso a ella, es precisamente nuestro espíritu, por lo que, para que éste pueda penetrar conscientemente en él, es necesario tener presente y poner en práctica lo que Jesús nos dice en su Palabra:
"Ustedes serán mis verdaderos discípulos si guardan siempre mi palabra, entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres."
Juan. 8: 31,32
¿Cuál verdad? La verdad que en Cristo resplandeció, resplandece, y resplandecerá por toda la eternidad, esa verdad que nos anuncia que el Reino de Dios está en medio de nosotros al hacer Dios, con el hombre, a través de Jesús, el pacto de la Alianza Nueva y eterna a través de su Sangre Preciosa, Alianza que permite que Jesús nos participe a todos del total cumplimiento de la observancia de la Ley a través de guardar y enseñar a cumplir su Palabra, y así nosotros cumplamos por amor con la Ley y no como una imposición que nos haría caer en desobediencia, y por lo mismo, caer en constante pecado.
Esto se sigue dando en todos los creyentes que se resisten a la fe, esa fe que nos motivará a guardar y enseñar a cumplir fielmente la Palabra de Jesús como la manera de guardar y obedecer la voluntad de Dios, y esto ha sido posible, porque el libre albedrío del hombre, somete sutilmente su voluntad a las cosas de este mundo en sus tradiciones, ambiciones y placeres que han sido impuestas por el Tentador.
Aceptemos con el corazón a Nuestro Señor Jesucristo, sin condiciones, sin ataduras religiosas para poder obedecer sus mandatos como la voluntad de Dios y así ser liberados de las cadenas con las que el Tentador nos tiene sujetos para no dejarnos mover con libertad y no encontrar el camino a la verdad y a la vida por medio del estudio, reflexión y la meditación en la Palabra de Jesús.
Cristo nos liberó para que seamos realmente libres y poder hacer nuestro el Reino de Dios por medio de guardar y enseñar a cumplir los mandamientos en donde se resume toda la Ley.
1o.- “Escucha Israel: El Señor nuestro Dios, es un único Señor. Al Señor tu Dios, amarás con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas.”
Marcos. 12: 29-30
Es decir: Amarlo con el espíritu, con el alma, con la mente, y con el cuerpo.
2o.- “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
Marcos. 12: 31
Es decir: Se agradecido con todos los que te ayudan de cualquier manera y que eso te ayude a amarte a ti mismo para que puedas amar a los demás como Jesús te ama como está escrito en el siguiente mandamiento:
3o. "Ámense unos a otros como yo los he amado."
En estos mandamientos se resume toda la Ley.

 

(Si desea ver la lámina en tamaño normal, haga click en ella en la galería)

 

"Escucha Hermano, Hermana"

03.06.2013 21:54

/album/fotogaleria-escucha-hermano-hermana26/estrella-jc-jpg21/

Etiqueta 51

Después de la resurrección de Jesucristo la Palabra de Dios nos dice:
“Entonces Jesús, acercándose, les habló con estas palabras.
"Todo poder se me ha dado en el Cielo y en la tierra. Por eso, vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos, en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado. Yo estoy con ustedes todos los días hasta que se termine este mundo."
Mateo. 28: 18 al 20
Por eso tratemos de entender y comprender bien su Palabra, ya que si la guardamos y la enseñamos a cumplir fielmente, podremos recibir el bautizo en el fuego del Espíritu Santo para ser receptores y transmisores de ese poder que Dios le dio a Nuestro Señor Jesucristo, para su honra, gloria y alabanza.
Por eso, no debemos dejar de pasar por alto nada de lo que Jesús nos dice a través del Nuevo Testamento, para obedecer la Palabra siguiente:
"No se alejen de Jerusalén, sino que esperen lo que prometió el Padre, de lo que ya les he hablado: que Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días."
Hechos 1: 4 al 5
¿Cómo recibiremos nosotros al Espíritu Santo? Definitivamente lo recibiremos cuando conozcamos en verdad la esencia espiritual de la Palabra de Dios para guardarla y enseñarla a cumplir tal como nos ha sido encomendado por Jesucristo Nuestro Señor en el Nuevo Testamento como la inquebrantable voluntad de Dios, y esto nos lleva a reflexionar lo que Jesús dijo a las autoridades y jefes de los sacerdotes judíos:
¡Hay de ustedes maestros de la Ley y fariseos hipócritas! Ustedes pagan el diezmo de todo sin olvidar la menta, el anís y el comino, y en cambio, no cumplen lo más importante de la Ley; la justicia, la misericordia y la fe. Estas son las cosas que deberían observar sin descuidar las otras."
Mateo. 23:23
Esta observación que Jesús hizo a estas autoridades religiosas y a sus seguidores, son una clara referencia para que todos los que nos decimos cristianos, no caigamos también en la tentación de convertir los mandatos y enseñanzas de la voluntad de Dios, en mandatos y enseñanzas de hombre. Por eso, deberemos de tener el cuidado de separar convenientemente las cosas espirituales de Dios de las cosas materiales de hombre, para darle a Dios lo que es de Dios y al hombre lo que de hombre es; por eso su Palabra dice:
"Ningún servidor puede quedarse con dos patrones, porque verá con malos ojos al primero y amará al otro, o bien preferirá al primero y no le gustará el segundo. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al dinero”
Mateo. 6: 24
Por eso Jesús le pregunta a Pedro en referencia al impuesto para el Templo:
"¿Qué piensas de esto Simón? ¿quiénes pagan impuestos o contribuciones a los reyes de la tierra: sus hijos o los extraños? Pedro contestó; los extraños, y Jesús le dijo: Los hijos pues, no tienen por qué pagarlo. Sin embargo para no escandalizar a esta gente, vete a la playa, echa el anzuelo, y al primer pez que pique ábrele la boca. Encontrarás ahí una moneda de plata; tómala, y paga por mí y por ti."
Mateo. 17: 25 al 27
Por eso Pablo, invadido por el Espíritu Santo, nos dice:
"En una casa el hijo ya es dueño de todo, pero mientras es niño en nada se diferencia del esclavo, está sometido a quienes lo cuidan y se encargan de sus asuntos hasta la fecha fijada por su padre.
Lo mismo nosotros, pasamos por una etapa de niñez y estuvimos sometidos a las fuerzas y principios que rigen al mundo. Pero cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, el cual nació de mujer y fue sometido a la Ley con el fin de rescatar a los que estaban sometidos a la Ley, para que así llegáramos a ser hijos adoptivos de Dios. Ustedes ahora son hijos; por esta razón Dios mandó a nuestros corazones el Espíritu de su propio Hijo que clama al Padre ¡ abbá ! ( o sea, ¡papaíto.) Así pues, ya no eres esclavo, sino hijo, y tuya es la herencia por gracia de Dios”
Gálatas. 4: 1-7 )
Así, que lo que tenemos que hacer los discípulos de Jesús, es atender debidamente su Palabra para alcanzar la fecha fijada por el Padre para recibir la herencia prometida, porque esa es precisamente la voluntad de Dios para nosotros sus hijos por la gracia de Nuestro Señor Jesucristo; por lo consiguiente deberemos despojarnos de todo velo que oculte su verdadera enseñanza. Por eso, pongamos atención extrema a la Palabra siguiente:
"¡Pobres de ustedes maestros de la Ley que se adueñaron de las llaves del conocimiento! Ustedes no entraron, y no dejaron que otros entraran."
Lucas 11: 52
Este es un recordatorio para guardar y enseñar a cumplir todo lo que Jesús nos encomendó sin combinarlo con mandatos ni enseñanzas de hombre. Medítelo...
Ahora ponga mucha atención a lo que Jesús contestó a la pregunta que le hiciera un maestro de la Ley respecto a cuál era el mandamiento que encabeza a los demás:
"Escucha Israel; El Señor nuestro Dios, es un único Señor, Al Señor tu Dios, amarás con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas. Y después viene éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento más importante que éstos."
Marcos. 12: 29- 31,
Tiempo después Jesucristo dice:
"Les doy este mandamiento nuevo, que se amen unos a otros. Ustedes se amarán como yo los he amado. Así reconocerán todos que ustedes son mis discípulos: si se tienen amor unos a otros”
Juan. 13: 33 al 35
Y hace una hermosa y maravillosa promesa a quienes guarden y enseñen a cumplir con fidelidad su Palabra.
"Yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre. Este intercesor, cuando venga, presentará mi defensa. Y ustedes también hablarán en mi favor, pues han estado conmigo desde el principio."
Juan 15: 26, 27
Este intercesor se hará presente en nuestras vidas, cuando obedezcamos fielmente el mandato de Jesús cuando dice: Entonces Jesús, acercándose, les habló con estas palabras.
"Todo poder se me ha dado en el Cielo y en la tierra. Por eso, vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos, en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado. Yo estoy con ustedes todos los días hasta que se termine este mundo."
Mateo. 28: 18 al 20
Cuando en nosotros se encuentre el conocimiento de Dios, a través de Jesús, entonces recibiremos al Espíritu de la verdad que nos hará completamente obedientes para afianzar nuestra fe en su Palabra y empezar a predicarla con fidelidad, sin desviarnos, ni desviar a nadie de lo que Jesús nos enseña como la voluntad de Dios.

 

"Escucha Hermano, Hermana"

03.06.2013 21:56

/album/fotogaleria-escucha-hermano-hermana27/estrella-jc-jpg22/

Etiqueta 52

Teniendo como fundamento la Palabra de Jesús en toda su doctrina contenida en el Nuevo Testamento, y meditando fielmente todo lo que él nos comunica desde el principio, estaremos en la mejor posición como sus discípulos, de obedecer a Dios cumpliendo con lo que Jesús nos ha encomendado.
Si nos esforzamos y nos mostramos valientes para cumplir esa encomienda con absoluta fidelidad, recibiremos los Dones y el Fruto del Espíritu. Escuchemos:
“En cada uno el Espíritu revela su presencia con un don, que es también un servicio. A uno se le da hablar con sabiduría, por obra del Espíritu. Otro comunica enseñanzas conformes con el mismo Espíritu. Otro recibe el don de la fe, en que actúa el Espíritu. Otro recibe el don de hacer curaciones, y es el mismo Espíritu. Otro hace milagros; otro es profeta; otro reconoce lo que viene del bueno o del mal espíritu; otro habla en lenguas, y otro todavía interpreta lo que se dijo en lenguas. Y todo esto es obra del mismo y único Espíritu, el cual reparte a cada uno según quiere”
1Corintios 12: 7 al 11
Entendamos lo que quiere decir: "el cual reparte a cada uno según quiere." y esto es: según lo que tú y yo queramos, no lo que el Espíritu nos quiera dar, ya que él nos quiere dar todo.
"Por eso les digo: anden según el Espíritu y no llevarán a efecto los deseos de la carne. Pues los deseos de la carne están contra el Espíritu y los deseos del Espíritu están contra la carne. Los dos se oponen uno a otro, de suerte que ustedes no pueden obrar como quisieran. Pero, si los conduce el Espíritu, ya no están sometidos a la Ley”
Gálatas 5: 16 al 18)
“El fruto del Espíritu es caridad, alegría y paz, paciencia, comprensión de los demás, bondad y fidelidad, mansedumbre y dominio de sí mismo. Ahí no hay condenación ni Ley, pues los que pertenecen a Cristo Jesús tienen crucificada la carne con sus vicios y sus deseos. Si vivimos por el Espíritu, dejémonos conducir por el Espíritu. No busquemos la vanagloria; que no haya entre nosotros provocaciones y rivalidades”.
Gálatas5: 22 al 26
“Así, pues, Cristo es quién dio a algunos el ser apóstoles, a otros, ser profetas, o aún, evangelistas, o bien pastores y maestros. Así preparó a los suyos para los trabajos del ministerio en vista a la construcción del Cuerpo de Cristo; hasta que todos nos juntemos en la misma fe y en el mismo conocimiento del Hijo de Dios, llegando a ser el hombre perfecto, con esa madurez adulta que hará de nosotros la plenitud de Cristo. Entonces no seremos ya niños a los que mueve cualquier oleaje o cualquier viento de doctrina, y a quienes los hombres astutos pueden engañar para arrastrarlos al error.
Más bien, con un amor auténtico, creceremos de todas maneras hacia aquel que es la cabeza, Cristo. El da organización y cohesión al cuerpo entero, por medio de una red de articulaciones que son los miembros, cada uno con su actividad propia, para que el cuerpo crezca y se construya a sí mismo en el amor”
Gálatas 4: 11 al 16)
“Ustedes tienen que dejar su manera anterior de vivir, el hombre viejo, cuyos deseos engañosos lo llevan a su propia destrucción.
Dejen que su mente se haga más espiritual, para que tengan nueva vida, y revístanse del hombre nuevo. Este es al que Dios creó a su imagen y semejanza, dándole la justicia y la santidad que proceden de la verdad”
Gálatas 4: 22 al 24

 

"Escucha Hermano, Hermana"

03.06.2013 21:59

/album/fotogaleria-escucha-hermano-hermana/estrella-jc-jpg23/

Etiqueta 53

Abramos nuestra mente espiritual para recibir lo que sigue: ¿recuerdan cuando dijimos que la Gloria de Dios había descendido sobre nosotros, hombres naturales? Pues bien, su Palabra dice:
 
“Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo Unigénito, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
/album/fotogaleria-escucha-hermano-hermana/descenso-de-dios-hijo-jpg/

 

Dios mismo en su trinidad santa y perfecta descendió al nivel del hombre en su trinidad humana a través de Jesucristo, para que el hombre, al creer en El, y creer en lo que dice, no se pierda sino que tenga vida eterna.
Como vemos, el poder positivo de Dios bajó hasta el mundo negativo donde gobierna Satanás para que el hombre tuviera las armas necesarias para resistirse a su Poder Negativo.
/album/fotogaleria-escucha-hermano-hermana/polos-jpg/

 

Dichas armas son:
1.-El poderoso Nombre de nuestro Señor Jesucristo a quien le fue dado todo poder sobre toda potestad en el cielo y en la tierra.
2.- La palabra de Jesús contenida en el Nuevo Testamento que tiene el Poder para deshacer las obras del diablo, y...
3.- La Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo que nos lava de todo pecado y nos da la capacidad de resistirnos a los ataques del Tentador; todo esto, para hacer nuestra la Alianza Nueva y Eterna de Dios con los hombres.
Estas armas tan poderosas que Dios nos dio por amor al hombre para libertarnos de las cadenas de opresión que nos tienen esclavizados a las cosas de este mundo, podremos hacerlas nuestras al reconocer a Cristo Jesús como Hijo Unigénito de Dios y Señor y Salvador personal y suficiente nuestro y que resucitó al tercer día de su muerte, y quien nos vino enseñar la importancia del bautismo en agua, y enseñarnos como recibir el Bautizo en fuego del Espíritu Santo.
Por eso el Apóstol Pablo cautivado por el Espíritu Santo de Dios, nos dice:
"Que el Dios de Cristo Jesús nuestro Señor, el Padre de la gloria, se manifieste a ustedes, dándoles un espíritu de sabiduría para que lo puedan conocer. Que les ilumine la mirada interior, para que vean lo que esperamos a raíz del llamado de Dios, entiendan que grande y deslumbrante es la herencia que Dios reserva a sus santos y comprendan con qué extraordinaria fuerza actúa Él en favor de los que hemos creído. Esta fuerza se ha manifestado en Cristo, cuando lo resucitó de entre los muertos y lo hizo sentar a su derecha en los cielos, mucho más arriba que todo poder, autoridad, dominio, o cualquier otra fuerza sobrenatural que se pueda mencionar, no sólo en este mundo, sino también en el mundo futuro. Dios, pues, colocó todo bajo los pies de Cristo para que, estando más arriba que todo, fuera cabeza de la Iglesia, la cual es su cuerpo. El, que llena todo en todos, despliega en ella su plenitud”
Efesios. 1: 17- 23)
"Ustedes estaban muertos por las faltas y los pecados en que andaban. Se conformaban a éste mundo y seguían al soberano que reina entre cielo y tierra y que sigue actuando en aquellos que se resisten a la fe. Todos nosotros fuimos de aquellos y nos dejamos llevar por las codicias humanas; obedecimos a los deseos de nuestra naturaleza y consentimos sus proyectos. Por naturaleza éramos merecedores de castigo, igual que los demás. Pero Dios que es rico en misericordia nos manifestó su inmenso amor, y a los que estábamos muertos por nuestras fallas, nos dio vida con Cristo ¡ Por gracia han sido salvados ! y nos resucitó con Cristo para sentarnos con El en los cielos. Al demostrarnos tanta bondad en Cristo Jesús, Dios quiso manifestar en los siglos venideros la extraordinaria riqueza de su gracia. Pues por su gracia han sido salvados por medio de la fe. Ustedes no tienen mérito en este asunto: es un don de Dios y no tienen porqué sentirse orgullosos, porque no lo consiguieron con sus obras. Lo que somos es obra de Dios: El nos ha creado en Cristo Jesús con miras a las buenas obras que dispuso desde antes, para que nos ocupáramos de ellas”
Efesios 2: 1, al 10,
Todo lo que el Señor nos dice por boca de Pablo, es lo que debemos de conocer como fundamento de nuestra fe en Cristo Jesús, por lo que deberemos de releer nuevamente lo anterior, y pedirle al Espíritu Santo Intérprete que nos de el don del discernimiento espiritual para entender y comprender paso a paso lo que al Apóstol Pablo le fue revelado para que nos lo comunicase. Sin embargo, su explicación es tan abundante y tan precisa que lo que tenemos que hacer es buscar y encontrar a través del discernimiento espiritual, la esencia y la sustancia completa del mensaje que recibimos de Pablo, para que nuestra mente y su potencia intelectual contenida en el conocimiento total recibido y a través de nuestro libre albedrío, se unifique nuestra voluntad humana a la voluntad de Dios en el Nombre de Jesús, y que por el poder que sobre todo poder le fue dado a él en el cielo y en la tierra nos sea abierta la puerta del Reino de Dios para recibir y disfrutar de la herencia, que El, a través de Jesús, tiene reservada a todos sus santos y podamos hacer las buenas obras que dispuso para nosotros al crearnos en Cristo Jesús.

 

"Escucha Hermano, Hermana"

03.06.2013 22:10

/album/fotogaleria-escucha-hermano-hermana9/estrella-jc-jpg24/

Etiqueta 54

Después de decir lo anterior, prosigamos en el discernimiento de su Palabra con la guía del Espíritu Santo.
Así como en lo natural se requiere de un polo positivo y un polo negativo para que se produzca la descarga de energía que proviene de una fuente determinada, así mismo se requiere en el mundo espiritual que es de donde proviene la energía que mueve a todo el universo. Y Dios, en su infinita Sabiduría, nos proporciona a través del Espíritu del Hijo que clama al Padre, ¡papaíto!, ese conducto positivo que hará contacto con nuestro espíritu que se encuentra en el polo negativo pues recordemos que Dios mismo colocó al ser humano en el polo negativo cuando Adán y Eva lo desobedecieron.
/album/fotogaleria-escucha-hermano-hermana9/esp-de-dios-en-contacto-jpg/

 

Para ir comprendiendo mejor esto, recordemos que al dispositivo que hace contactar el polo positivo con el polo negativo le conocemos como " swich de encendido y apagado". Y en el mundo espiritual cristiano, el medio que utiliza la fuente de poder total para conectar el Espíritu Santo (positivo), con nuestro espíritu que se encuentra en el polo negativo, es el Espíritu de su Hijo Único Jesucristo, y así es, pues su Palabra dice:
“Único es Dios, único también es el mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, verdadero hombre”
1 Timoteo 2: 5
Al conocer y aceptar que quien une al hombre con Dios es Jesucristo Nuestro Señor y Salvador Personal y Suficiente, estaremos en las mejores posibilidades de entender lo que a continuación nos será compartido por la voluntad de Dios a través del discernimiento espiritual que su Espíritu Santo derrama sobre todos nosotros.
Para que alcancemos la plena comunicación con el Padre, debemos primero recordar que Jesús vino al mundo como un verdadero hombre nacido de mujer, ya que la voluntad de Dios así lo dispuso para que de esta manera se pudiera dar cumplimiento a la Ley y para que todo el que en El creyera supiera como ser perdonados de sus pecados y entrara al Reino de Dios en abundancia en este mundo y a la vida eterna en el mundo venidero.
Todo lo que Jesucristo dijo e hizo por su paso en este mundo, fue para que el Poder de Dios fuera manifestado y fuera reconocido como su Hijo Unigénito, hecho que se confirmó plenamente con su resurrección, y nosotros al reconocerlo como el Hijo Unigénito de Dios podremos invocar su santísimo Nombre, Jesús, tal y como se nos muestra a lo largo del Nuevo Testamento, con la plena seguridad de que seremos escuchados por él para que nuestro espíritu sea cautivado, unido y fundido con su Espíritu, y entonces si, sin duda que haremos contacto en la forma debida con el Espíritu Santo de Dios.

 

(Si desea ver la lámina en tamaño normal, haga click en ella en la galería)

 

"Escucha Hermano, Hermana"

03.06.2013 22:15

/album/fotogaleria-escucha-hermano-hermana10/estrella-jc-jpg25/

Etiqueta 55

Para una mejor comprensión de lo anteriormente dicho

 
Veamos la siguiente lámina.
/album/fotogaleria-escucha-hermano-hermana10/siguiendo-el-camino-jpg/

 

En un recinto sin ninguna luz y de noche, reinan las tinieblas absolutas, desgarradas por momentos tal vez por la débil y tenue luz de la luna, pero si tenemos la opción de utilizar una fuente de energía luminosa nos prepararemos debidamente con todo lo que se necesita para obtener esa luz que nos iluminará, para, posteriormente, colocar correctamente todos los aditamentos correspondientes para lograrlo y beneficiarnos de esa fuente de energía. Teniendo ya la instalación hecha y colocados todos los aditamentos y accesorios necesarios en donde corresponde, estaremos listos para recibir la luz de esa fuente de energía, es decir, cables de corriente y cables a tierra, ( positivo y negativo ), conectados a un switch de encendido y apagado que al accionarlo unirá al polo positivo con el polo negativo para recibir la energía que es conducida por una continuación de los cables hasta la lámpara, la cual, al recibir esa descarga de energía, producirá una luz tan potente como sea la capacidad receptora de la lámpara desapareciendo de esta manera las tinieblas que había en ese recinto. Toda esta operación en la recepción de esa energía natural productora de vida, de calor y de movimiento, tiene su verdadero origen en Dios Jehová, ( o como quiera que el creyente de Jesús le llame), el único y verdadero " Yo Soy ", en donde viven por siempre y para siempre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Así, pues, es Dios mismo la Fuente de Energía sin principio ni fin que nos proporcionará la luz que disipará las tinieblas espirituales en que actualmente nos encontramos. Veamos....Dios es la fuente original de la energía total y eterna. El polo positivo es ese Todo en donde impera la Voluntad y la Mente de la Potencia Intelectual de la Sabiduría de Dios. El polo negativo es este mundo natural en que por la voluntad del Tentador impera la Mente de su Potencia Intelectual como amo y soberano entre el cielo y la tierra. Y es en esta tierra que le fue dada a este amo, en donde vive el hombre y su voluntad avalada por todo el conocimiento tradicional almacenado en su mente.
Esta voluntad y esta mente están manipuladas y dirigidas por el libre albedrío humano, que recordemos, es la facultad de querer o no querer hacer cualquier cosa; pero también deberemos de recordar, que esa facultad en su forma espiritual, se podría definir como la llave que Dios dispuso en el ser humano para poder tener acceso a la voluntad de Dios y a la Mente de su Sabiduría positiva para gozar de los beneficios divinos que Dios nos brinda. Pero cuidado, mucho cuidado, porque también esta llave está dispuesta para tener acceso a la Voluntad y a la Mente de la Potencia Intelectual del Tentador que nos sigue haciendo caer en múltiples tentaciones, que posiblemente nos causen un gozo en la carne, pero que si no sabemos o aprendemos como resistirnos a ellas, esos falsos gozos pasajeros después nos traerán dolor y sufrimiento y que no podrán ser desalojados de nuestras vidas si no es por medio de Jesús, según su Palabra en el Nuevo Testamento. Después de recordar lo anterior continuemos:
Dios, a través del pueblo judío, pueblo escogido por El, comenzó a preparar lo necesario para que la fuente de su Poder Total y Eterno, tuviera las conexiones necesarias para poder transmitir su poderosa energía.
Cuando se llegó el tiempo para terminar con esto y que conocemos como el Antiguo Testamento, se dio el comienzo a los tiempos nuevos para llegar al punto exacto en donde se encontraría esa conexión que uniría el polo positivo con el polo negativo, para que cuando se accionara debidamente el dispositivo correcto, se transmitiera esa poderosa energía para que esta fluyera en forma adecuada en el hombre como la lámpara receptora de esa inmaculada luz que iluminará por siempre nuestro recinto espiritual.
Dios envió a su Hijo Jesucristo como un verdadero hombre para dar a conocer el modo de unir el polo positivo del mundo espiritual de Dios con el polo negativo de este mundo material a través de su Palabra en el Nuevo Testamento, modo que conoceremos a plenitud cuando decidamos, a semejanza de él, crucificar al hombre viejo tradicional y materialista de este mundo, para hacer resurgir al hombre nuevo, al hombre espiritual como la lámpara receptora de la energía poderosa del Espíritu Santo de Dios a través de Jesús que es compartida a nosotros por la misericordia infinita de Dios.
Por eso es comprensible que al invocar el Nombre poderoso de Jesús, empiece a fluir en nosotros la energía que encenderá la Luz de Jesús en nuestro espíritu, al permitir unir nuestra voluntad a la voluntad de Dios para que nuestro espíritu, y el Espíritu Santo de Dios, (los polos negativo y positivo del mundo material y espiritual respectivamente), se unan es forma armoniosa y rítmica para tener comunión con Dios al producirse esa Luz, la Luz de Cristo Jesús que iluminará, en nuestra alma, la mente de nuestra potencia intelectual para recibir y aplicar en primer lugar la voluntad de Dios al guardar y enseñar a cumplir todo lo que Jesucristo nos encomendó sin desviarnos ni desviar a nadie de esa encomienda, para que la verdad, que en Cristo Jesús resplandece, permanezca hasta el fin del mundo.
Así que nosotros, al recibir esa luz en nuestro recinto espiritual, El mismo nos dice a través de su Palabra:
"Yo soy la Luz del Mundo, El que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá luz y vida”
Juan 8: 12
Cuando en lo natural se enciende una lámpara y brilla y da luz en todo su esplendor, nos damos cuenta de inmediato que esa luz se produce porque la lámpara está recibiendo la energía que proviene de una fuente de poder a través de accionar el contacto correspondiente para compartir esa energía y esa luz con todo lo que ella ilumina.

 

(Si desea ver la lámina en tamaño normal, haga click en ella en la galería)

 

"Escucha Hermano, Hermana"

03.06.2013 22:28

/album/fotogaleria-escucha-hermano-hermana1/estrella-jc-jpg26/

Etiqueta 56

En lo espiritual, volvemos a decirlo, sucede exactamente lo mismo, solo que la energía que proviene de Dios la hacemos nuestra a través de Jesús cuando declaramos con nuestra boca que Jesús es nuestro Señor y Salvador personal y suficiente.
 

Veamos las siguientes láminas.

/album/fotogaleria-escucha-hermano-hermana1/cerrando-circulo-jpg/

 

 

 

/album/fotogaleria-escucha-hermano-hermana1/luz-del-mundo-jpg/

 

Al ser convertidos en hijos obedientes de Dios, adquirimos el derecho total a disfrutar de toda la herencia prometida y contenida en el Nuevo Testamento que Dios, a través de Cristo Jesús nos hace partícipes plenos; pero debemos de guardar con fidelidad su Palabra como la voluntad de Dios para ser merecedores de los Dones del Espíritu y del Fruto maravilloso que él produce, lo que nos hará proyectar a nuestros semejantes la imagen y semejanza de Dios en nosotros para la Honra y la Gloria y la Alabanza de El en su Trinidad Santa y perfecta.
Estudie, reflexione y medite profundamente la Palabra de Dios contenida en el Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras, disciérnalas y trate de extraer su esencia espiritual y póngala por obra para lograr la plena comunión con nuestro Dios.
Ahora, hagamos un pequeño resumen de lo que vimos, anteriormente.
Recordemos que deberemos conformar a nuestro ser en el orden correcto según el Nuevo Testamento, es decir: espíritu, alma y cuerpo, para que haya la real y suficiente comunicación con Dios y estar en contacto directo y permanente con El, por lo que tenemos por fuerza que conocer, estudiar, reflexionar y meditar, para discernir y disciplinarse para poner en práctica todo lo que la Palabra de Jesús en el Nuevo Testamento nos manda para iluminar de una vez y para siempre, las tinieblas en que hemos vivido desde que el hombre hizo suya la mentira de Satanás, lo que nos convirtió en hijos de la tentación, y volver a ser obedientes de la Palabra de Dios dada a Jesucristo Nuestro Señor y así ser restaurados en su Reino para el Honor y la Gloria y la Alabanza de Dios en su Santísima Trinidad.
Separemos nuestra condición material de nuestra condición espiritual, y coloquemos ésta en primer lugar para reconocer debidamente a Jesucristo como el Hijo Unigénito de Dios y como Nuestro Señor y Salvador Personal y Suficiente.
Recordemos cuando Jesús nos dice:
"Tú, cuando ores, entra en tu pieza, cierra la puerta y ora a tu Padre que comparte tus secretos, y tu Padre que ve tus secretos te premiará."
Mateo. 6: 6
Tengan presente el discernimiento que el Espíritu Santo puso en nuestro corazón cuando leímos esa Palabra, para que el mismo Espíritu nos guíe en la comprensión de la siguiente Palabra cuando Jesús nos dice:
"Al orar no multipliquen las palabras, como hacen los paganos que piensan que por mucho hablar serán atendidos. Ustedes no oren de ese modo, porque, antes que pidan, el Padre sabe lo que necesitan. Ustedes, pues, oren de esta forma:
Padre Nuestro
Porque Jesús nos convierte en hijos obedientes de Dios.
Que estás en los Cielos,
Porque su Reino no es de este mundo, sino del mundo espiritual.
Santificado sea tu Nombre
Porque solamente Él es Santo, fiel y verdadero, y el único que nos puede dar el amor ágape.
Venga a nos tu Reino
Que llegue a nosotros ese amor ágape a través de Jesucristo tu Hijo.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo
Unimos nuestra mente a las enseñanzas de Jesús en un acto de obediencia, para que nuestro ser reciba y actúe de acuerdo a la voluntad de Dios.
Danos hoy el Pan de éste día
Esta es una petición diaria para que sean suplidas nuestras necesidades materiales, pero sobre todo, sea suplida nuestra necesidad espiritual de poseer el Pan de vida que es Jesús.
Y perdona nuestras ofensas
Este es un acto de petición del perdón de Dios para nosotros y el perdón de nuestros semejantes en un acto de reconciliación con ellos para rendir nuestra mente llena de conocimientos tradicionales en lo científico, físico, material y religioso, y cualquier otro, a la Mente de la Sabiduría de Dios por medio de guardar fidelidad a los mandamientos de nuestro Señor Jesucristo.
Como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
para que el perdón que solicitamos se manifieste plenamente en nuestras vidas, tenemos que perdonar sinceramente y de corazón a todos los que nos hayan ofendido en cualquier forma y manera, para que la reconciliación que buscamos con Dios, y con nuestros semejantes se convierta en una hermosa realidad.
Y no nos dejes caer en la prueba
Es una petición que le pedimos a Dios para que nos fortalezca cuando permita que seamos probados en nuestra fe y no seamos tentados a dudar de él, para que su gloria sea manifestada en nosotros.
Sino líbranos del malo.
Mateo. 6: 7-13
Que la fe que Dios nos ha dado, sea resistente a todas esas tentaciones a las que estaremos expuestos cuando nuestra fe sea probada y que los pensamientos de Dios prevalezcan en nosotros.
Queda bien claro que si ustedes perdonan las ofensas de los hombres, también el Padre celestial los perdonará. En cambio, si no perdonan las ofensas de los hombres, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.
Mateo. 6: 14-15
Cuando ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que se desfiguran la cara para mostrar a todos que ayunan. Les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, cuando ayunes, perfúmate el cabello y no dejes de lavarte la cara, porque no son los hombres quienes deben darse cuenta de que tu ayunas, sino tu Padre que está en lo secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te premiará.
(Mateo. 6: 16-18

 

(Si desea ver las láminas en tamaño normal, haga click en ellas en la galería)

 

"Escucha Hermano, Hermana"

03.06.2013 22:36

/album/fotogaleria-escucha-hermano-hermana11/estrella-jc-jpg27/

Etiqueta 57

Que el Espíritu Santo nos lleve al discernimiento de todos los versículos anteriores para que cada vez estemos más cerca de entrar sin reservas al recinto espiritual de Dios y podamos reclamar todos los tesoros que El nos ofrece en herencia al rendir nuestra voluntad a la voluntad de Jesucristo en obediencia a la voluntad de Dios, con lo cual alcanzaremos nuestra plena identidad en El, y se nos llamará hijos de Dios y dejar de ser considerados hijos del tentador, al aceptar y creer en Cristo Jesús como dice el Nuevo Testamento. Con esto estaremos haciendo uso correcto de la llave espiritual en nuestra alma que Dios nos ha proporcionado, es decir, nuestro libre albedrío, para cultivar la semilla de la fe de Dios en nuestro jardín del alma, es decir: en nuestros surcos cerebrales, fe que El mismo nos donó para que tuviéramos el cuidado de regarla, abonarla y cultivarla con amor, dedicación y esmero mediante todos los nutrimentos que ella necesite tomándolos sin alteraciones de esa fuente de alimento espiritual que es la Palabra de Jesús en el Nuevo Testamento.
Cuando nos demos cuenta que en verdad empieza a brotar de esa semilla el tallito de la planta que se convertirá poco a poco en un hermoso y frondoso árbol, es porque en verdad estaremos comenzando a colocar en el orden correcto a nuestras tres personalidades, y así, empezaremos a notar y a sentir que en el alma, la mente de nuestro ser humano, comienza a programarse según la información que recibe de nuestro espíritu que ya se encuentra unido y fundido con el Espíritu de Jesucristo, información que es transmitida a nuestro cuerpo a través de nuestro cerebro para que así hagamos o no cualquier cosa según los pensamientos de Dios y no según los pensamientos de hombre.
Al irnos colocando en esta posición y al ser bautizados en agua para iniciar una nueva forma de vida según la Palabra de Jesús, estaremos empezando a dejar morir al hombre viejo tradicional en nosotros para que renazca el hombre nuevo, el hombre resucitado a lo espiritual, ya que empezamos a menospreciar a la pasada cabeza de nuestro ser, ya sea que ésta haya sido el cuerpo, la mente en el alma o el espíritu en forma tradicional, para colocar como cabeza de nuestro ser a la personalidad espiritual en el orden y para el propósito de Dios, ya que ésta personalidad es la única que puede comunicarlo con Dios en su Santísima Trinidad al seguir y cumplir las enseñanzas que Jesucristo nos imparte y comparte a través de su Palabra contenida en el Nuevo Testamento.
Esta enseñanza nos muestra cómo debemos disponer a nuestro espíritu para que El Espíritu de Nuestro Señor Jesucristo comparta con nosotros su Luz, esa bendita Luz que nos arrebatará de las tinieblas, esa Luz que nos permitirá seguir El Camino, La Verdad y la Vida que en Jesucristo es, conduciéndonos con amor y paciencia al lugar santísimo en el recinto espiritual de Dios para recibir a plenitud los Dones y el Fruto del Espíritu que el Dios de la Gloria y de la Honra tiene para nosotros, sus hijos, y empezar a producir y compartir el Fruto y los Dones Espirituales; siendo Dios, en Su Santísima Trinidad, el único digno de recibir la Adoración, la Gloria, la Honra y la Alabanza.
Esos dones y ese Fruto nos transformarán en conductos por los cuales fluirá sin reservas el poder y la energía que brota incontenible y eternamente del Yo-Soy Único y Verdadero, del Altísimo, de Nuestro Dios Trinito para la restauración espiritual, física y material de muchos, los que serán convertidos, a través de guardar y enseñar a cumplir la Palabra de su Hijo Jesucristo, también en afluentes y fuentes del Río de Agua Viva, esa Agua con la cual será colmada toda sed de querer conocer más de Dios a través de la Palabra de su Hijo Único Jesucristo para la Honra y la Gloria y la Alabanza de Dios en su Santísima Trinidad.
La perfecta comunión del hombre creyente de Jesús con Dios, es hacer su voluntad a través de la obediencia a las enseñanzas de Jesucristo Nuestro Señor contenidas en el Nuevo Testamento.
/album/fotogaleria-escucha-hermano-hermana11/padre-cristo-hombre-jpg/

 

Al invocar el Nombre de Jesucristo, verdadero hombre e Hijo Unigénito de Dios y el único camino para llegar a él, su Espíritu resucitado cautiva a nuestro espíritu, lo cual hace que hagamos contacto con el Espíritu Santo de Dios y se encienda la Luz de Jesús que iluminará nuestra alma y abra la mente de nuestro ser humano para rendirse a la voluntad de Dios, para recibir, por medio de la Mente de su Sabiduría Eterna y a través de Jesús, los Dones y el Fruto Espiritual que nos tiene preparados desde el principio.
Demos gracias a Dios en el Nombre de Jesús en la unidad del Espíritu Santo, por haber sido participados de la invitación para leer, estudiar, reflexionar y meditar profundamente la Palabra de Dios, a través de Jesucristo e inscrita en el Nuevo Testamento.
José Luis Hernández Cuéllar.

 

<< 1 | 2 | 3